El tiempo es implacable, eso nadie lo niega, pero entre las pifias de algunos, la rigidez cadaverica de otros, la falta de distancia y la pesadez reinante nos mostro una linda galeria de estatuas que no tuvieron vida en el partido.
La motricidad no estuvo aceitada en varios y asi lo demuestran algunas pifias al angulo de su mismo equipo, otro maniqui violento que mostrando dotes orientales sacudio a David, se sintio la voz de otro muñeco admitiendo que hubiera preferido quedarse a dormir la siesta.
Pero hubo partido tambien, doce contra doce que es un poquito mejor que hacer tres equipos y una formación que queria llegar por los aires y otro que prefirio el llano...de todas maneras, la tarde se la robaron los maniquies, esos que estuvieron parados y esos que corrieron como locos atropellando la pelota.
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