Con un cielo maravilloso y una cancha cada vez mas verde, siguio el futbol sabatino y con una nueva frustración: otro partido chato.
Entre los rojos y azules, no hubo un partido rescatable, el equipo azul comenzo perdiendo pero a los cinco minutos todos los rojos se dieron cuenta que era un espejismo porque prontito empezarian los berrinches...y llegaron.
El azul lo dio vuelta y se aprovecho de las facilidades otorgadas, que fueron varias y de esa manera y aprovechando tambien el individualismo de algunos, fue pan comido en una tarde hermosa con 15 jugadores.
La sensación final, es que nos debemos un gran partido, hace mucho que no se da...pero no perdemos las esperanzas, se tiene que armar en cualquier sabado uno de esos juegos que no se olvidan pero por ahora, nos quedamos con partidos que pronto olvidaremos.
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