Una vez mas, la cobarde actitud de escaparse y dejar en el
abandono a sus compañeros, a sus conciudadanos, a sus iguales, se hizo presente
esta vez, en el deporte mas Nacional y Popular de nosotros, los argentinos: EL
FUTBOL
Funes, de el se trata, privilegiando sus ambiciones
revanchistas, no le importo dejar a sus compañeros en la cancha, que miraban
extrañados su escape, bajo la debil excusa de “Me tengo que ir” algo que ni
siquiera el, creyo.
Obligado por las circunstancias, y muy a pesar suyo, volvio
pero las cosas no iban a quedar asi…se despidio del partido aplicandole un
tremendo codazo al inocente, al pobre, al bueno de Hernan.
El fin no siempre justifica los medios, obtuvo un triunfo
manchado por la violencia y por la mayor afrenta para un jugador de futbol: el
abandono, la huida, el escape.
Parecia el helicoptero blanco
del 2001.
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